¿En busca del Yeti?

Albacete

Mucho se ha hablado sobre el "abominable hombre de las nieves", pero poco se ha hecho a la hora de los hechos. Sin embargo "The Geographic Institute of Burzaco" ha develado algunas incognitas que mantienen en vilo a toda la humanidad. Este supuesto eslabón perdido en la escala humanoide estaría vivo en la cordillera de los Andes. Para muestra, basta un botón y para ello fue organizada una expedición a las altas cumbre andinas, cuna de Condores Sanmartinianos y Granaderos.

Dicha expedición que habría partido en busca del hombre de las nieves, realizó un revelamiento por las montañas del paso de Uspallata y en la cumbre del cerro Carlos Saul Mendez, se pudo divisar "una silueta antropormorfica de profundas cualidades humanas, de andar cansino y mirada cabizbaja", según consta en el informe que esta agencia tuvo el acesso y a continuación se detalla las características mas escalofriantes de dicho ser abominable como "eructar contra las paredes rocosas provocando bolas gigantes de nieves, arrojar todo tipo de objetos a los aviones que circulan por el espacio aereo argentino-chileno y portar una camiseta del seleccionado brasilero de futbol y hacerles todo tipo de burlas obscenas".

Los miembros de la expedición, atemorizados y exhautos, optaron por un silencio sepulcral  ya que  algunos fallecieron en el intento y no dieron mas datos sobre esta extraña criatura, pero según trascendió, tendría una familia a cargo habitando las altas cumbres.

Al respecto Milton Friedman, enólogo (ex-alcohólico anónimo) y científico sudafricano radicado en Mendoza, de larga prosapia en métodos de investigación de seres extraordinarios y algunos ordinarios, aseguró:"Si hablamos de prole, decimos también de la existencia de una abominable mujer de las nieves y que yo sepa, las únicas mujeres abominables son las suegras, asì que no me creo nada de esto, ja, ja, ja".

Sin embargo habría huellas y/o objetos que corroboran que existe un abominable clan de yetis y los mismos estarían cohabitando en alguna cueva escondida de los Andes, ya que en los picos, fueron encontrados inumerables muñecos de nieves (con sus respectivas gorras de lana con pompón), de los cuales se ignora quienes fueron sus autores.